lunes, 29 de febrero de 2016
Hasta hace un tiempo yo no era caminante, no practicaba el senderismo de la vida. Ahora sí, ahora ando e incluso corro. Hace unos años tenía un montón de amigos, la mayoría ahora ya son caminantes, otros todavía no.
Tenía amigos marineros, abogados, médicos, jugadores de básket, de fútbol. Tenía amigos científicos, banqueros. Algunos incluso ricos. Tenía amigos cantantes, actores. Tenía amigos matemáticos, profesores, nadadores. Tenía amigos valientes, desvergonzados, la mayoría con ambos padres, a algunos ya les faltaba uno de los dos. Tenía amigos con sueños, con objetivos alcanzables para quien no deja de soñar. Tenía amigos que eran magia. Eran ese tipo de magia de la que no te puedes desprender, esa magia que recuerdas al escuchar una canción o ver una foto o cuando al cerrar los ojos ves la primera vez que vinieron a casa o que te rompiste al llorar de la risa o de la tristeza. Porque son aquellos amigos de lloro de tristeza los que son magia.
Ahora algunos son huérfanos o medio huérfanos y eso denota el paso del tiempo.
Soy caminante, no soy la o el caminante. Sencillamente caminante. Nunca te despides de un amigo. Solamente pasas al senderismo de la vida, a tu paso, a tu ritmo, a tu estilo, con tus musas particulares, con tus obsesiones, con tus objetivos, con tus sueños,con tus frustraciones. Tus amigos hacen lo mismo encuentran su camino, estudiando, trabajando, comiendo, viviendo. "La vida es eso, jugarse el resto al final todo se acaba y te quedas con lo puesto". Y cito uno de mis raps favoritos porque es gracias a mis amigos que conocí esta poesía que de tantas noches en vela me a salvado. Porque soy de dormir de mañana y de pensar de noche. Soy de almuerzo y no de desayuno. Soy de merienda y no de cena. Soy de mente complicada y no de mente simple. Porque soy bohemia y no ordenada. Porque soy artísticamente organizada. Porque soy enamoradiza y no dura.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Y aquí, suelto un “joder, que sabio era Machado” porque me lo enseñaron mis amigos, los auténticos, los de verdad, los ambiciosos, los niños.
Soy caminante, y no me hace falta tatuármelo para acordarme. Soy conductora, bachiller, universitaria, hija, novia, amiga, artista, simpática, ambiciosa, arrogante, cariñosa, naturópata, egoísta, nieta, estrafalaria, atractiva, espabilada, trabajadora, tenaz o cabezota, cabrona. Ah, y no me gusta cocinar. Pero a pesar de todo, soy caminante y no de un camino cualquiera lo soy del sendero de mi vida. El sendero de mis decisiones, mis te quieros, mis cagadas, mis aciertos, mis suspensos, mis aprobados, mis suposiciones, mis imaginaciones, mis miradas, mis atracciones.
Soy caminante gracias a mis amigos, de los que nunca me he despedido
viernes, 2 de octubre de 2015
Psicosis. Una pe, una ese, una i, una ce, una o, una ese, una i, una ese. Psicosis. Que palabra tan corta. Que palabra tan ajena. Ajena como las personas que a veces lloran en el metro. Como el bebé que nace ahora y también como el que muere. Psicosis. Como quien huye de su hogar en guerra y no se le recibe como lo que es:un héroe. Psicosis. Psicosis para quienes han sido víctimas de abusos, de padres hijos de puta, de amantes mortales en vez de pasionales. Psicosis. La psicosis del suicida tan poco comprendida e incluso odiada. Como el médico que pretende curar sin mirar a los ojos de su enfermo, enfermo por falta de amor. Ajeno. Como las miles de palomas de Plaza Cataluña. Ajeno. Como la inspiración que despierta una chica leyendo en el metro un libro de 1200 páginas en hora punta. Punta como los pelos de aquellos que no lloran pero sienten. Escribo. Escribo a lo ajeno, a los puntos, a las comas, a los silencios. Pero sobretodo escribo al miedo, le oigo, le escucho, le bailo, le amo, le aplaudo y finalmente le invito a irse y como le he cuidado marcha sin más. Psicosis. Ajeno. Escribo luego siento.
sábado, 26 de septiembre de 2015
Primeramente, voy a explicar que significa ser vegetariano, porque siempre hay mucha duda respecto al concepto. Una persona vegetariana no come ni carne, NI PESCADO (los peces también son animales ¿sabes?). Sí que comemos huevos (en mi caso de gallinas camperas) y lácteos (en mi caso algún yogurt y queso, pero nunca leche de vaca). Para quien tenga curiosidad los veganos o veganos estrictos no comen NADA de origen animal. Soy vegetariana y estoy 100% sana, consumo proteínas de origen vegetal (porque sí, también existen) no me falta hierro, ni vitaminas, ni me noto cansada, ni he dejado de ser una mujer fértil.
Cuando digo o comento que soy vegetariana sencillamente te estoy explicando un rasgo mío, como quien comenta que su plato favorito es la pasta. NUNCA intento convencer a ninguna persona para que deje la carne o el pescado, NUNCA te estoy diciendo que no lo estes haciendo bien. Generalmente la reacción de las personas es de curiosidad o de ignorancia absoluta hacia el tema, cosa que no critico puesto que también soy ignorante con los temas que nunca me han interesado. Dicho esto lanzo una pregunta… ¿Porqué cuando comento que soy vegetariana la gente se me tira encima como si dijese que sufro un trastorno? No pido comprensión, ni conocimiento, pido respeto. Los vegetarianos no comemos solo lechuga, ni nos dan pena los animales, ni odiamos a las personas que disfrutan con la carne, ni nos creemos superiores moralmente.
A todo esto, lo único que pido a las personas omnívoras es RESPETO hacia la decisión que hemos tomado los vegetarianos, veganos o veganos estrictos. No pido COMPRENSIÓN. Muchas gracias.